Mantener la PDA fuera del alcance de los niños para evitar daños o mal uso.
Evitar la exposición a temperaturas extremas, humedad o agua.
Usar contraseñas o medidas de seguridad para proteger la información.
Desactivar las conexiones inalámbricas cuando no estén en uso para proteger la privacidad.
No dejar la PDA desatendida en lugares públicos o inseguros.
Reemplazar las baterías cuando sea necesario y no forzar el encendido.
Realizar copias de seguridad de la información importante para evitar pérdidas.